Este edificio, que actualmente alberga las dependencias del Museo Municipal fue construido como Pósito de trigo durante la primera mitad del siglo XVIII. Inicialmente (s.XVI), los Pósitos tenían como objetivo primordial lograr que la escasez del pan desapareciera y que su precio estuviera por debajo del de otras poblaciones cercanas, pero a finales del siglo XVIII se fija como principal objetivo destinar sus fondos al fomento de las sementeras y de las labores agrícolas y así se continúa durante el siglo XIX. En el Archivo Histórico de Íllora se conserva una importante serie documental cuyo contenido son todos los escritos emanados del Pósito, desde Actas hasta libros de contabilidad pasando por los Reglamentos y Órdenes mediante los que se debían llevar a cabo las funciones de la Institución.
La peculiaridad de este edificio está en que, además de almacén de trigo, tuvo distintas funciones a lo largo de los años. Entre 1810 y 1812, años de ocupación napoleónica de nuestro municipio, el edificio se convirtió en la sede del acuartelamiento francés. Tras estos años convulsos, la función del edificio volvió a ser la original hasta que en 1910 se convierte en la ubicación de la casa Consistorial, siendo este su cometido hasta finales de los años 80, periodo durante el que además albergó dos calabozos, cuya entrada se efectuaba por la actual puerta de acceso al patio del edificio.